Por el historiador Daniel Guzmán
La primera biblioteca popular que nació en nuestra capital santiagueña, fue la Alberdi. Y se originó en el barrio norte, un 25 de mayo de 1925. Fue a partir de un grupo de vecinos, que se logro la fundación de una Asociación vecinal de fomento y cultura. Liderados por Arsenio Salazar, se decidieron llevar adelante algunos proyectos, que venían a dar solución a muchos problemas de la zona.
Gracias a este emprendimiento se abrieron consultorios médicos y jurídicos gratuitos y se dieron conferencias sobre higiene y temas culturales. También una comisión de socios, comenzó a interesarse por una Universidad Popular, con carreras cortas para los cientos de jóvenes capitalinos. En esta línea, se brindaron conferencias educativas y se busco dotar de aguas corrientes, pavimento y limpieza de calles, energía eléctrica y una estafeta postal al enclave habitacional que comenzaba en la Av. Rivadavia y se extendía hacia el norte.
Pero un logro importantísimo de la entidad citada, fue la creación de escuelas, ante una numerosa población infantil. El 12 de octubre se creó la escuela José Ingenieros, con una inscripción de 100 alumnos y el 1 de mayo de 1928 la escuela de Manualidades, con 140 inscriptos. Si bien, fue un esfuerzo de vecinos, estuvo siempre presente don Antenor Ferreyra, presidente del Consejo General de educación.
Ninguno de estos objetivos, se hubiesen alcanzado, sin el salón de lectura de la Biblioteca Popular Alberdi, creado un 13 de septiembre de 1925. Pues en el mismo, se hicieron las reuniones, ante los 6.000 libros, que lograron reunir los vecinos y simpatizantes de toda la provincia. Sólo en 1928 se registraron casi 200 lectores, en su mayoría estudiantes, trabajadores y profesionales. De esta manera la primera biblioteca popular de la capital santiagueña, abrió sus puertas, sirviendo de guía para el nacimiento de muchas más en todo el territorio provincial.